jueves, 28 de octubre de 2021

¿Trabajas, ejerces una profesión o sientes vocación por lo que haces?



Si bien es cierto que para tener un empleo es bueno antes tener una profesión, es más alucinante cuando amas lo que estudiaste y sientes que llevas un equilibrio entre estos tres pilares de la vida: trabajo, profesión y vocación. 


Para el profesor y filósofo Sam Keen, la vocación es parte fundamental de la vida del individuo y se expresa de la siguiente manera respecto al tema:

 “Una sociedad en la que la vocación y el trabajo se separan, la mayoría de la gente crea gradualmente una economía que es a menudo carente de espíritu, que llena con frecuencia nuestros bolsillos a costa de vaciar nuestras almas.”

Esto tiene un gran significado cuando de lecciones de vocación se habla, pues aquí Keen explica que una sociedad donde no haya una relación directa entre lo que se trabaja y lo que te gusta hacer, lo que te hace sentir pleno; entonces simplemente se crea una realidad donde tienes un empleo, pero no lo disfrutas, te cuesta levantarte cada mañana para cumplir tus labores, te conviertes en una de esas personas malhumoradas que te encuentras en las tiendas, en los bancos y de las cuales huyes desde el momento en el que ves su expresión corporal y facial; tal es el caso de los maestros, pues existe una diferencia abismal entre aquel con vocación y quien hace su labor docente careciendo de ella. 

Por tanto, se llega a la conclusión de que trabajan solo para llenar sus bolsillos, pero ¿Qué hay de su espíritu?



 En este sentido, la siguiente imagen describe perfectamente, a través de Diagramas de Venn, la posición de la persona respecto a su pasión, su trabajo y profesión:


A través del método inductivo, el cual parte de lo particular a lo general, podemos situar a la persona en el centro del diagrama, en primera instancia tiene a su alrededor elementos claves para el desarrollo individual: la vocación, la profesión que este desee realizar, la pasión por esta profesión que ha elegido y la misión que llevará a cabo para aportarse a sí mismo. En segundo lugar se encuentran los elementos alusivos al desarrollo colectivo: lo que amas hacer; lo que el mundo necesita que hagas para colaborar con los demás; lo que haces bien y te gustaría compartir con los demás; y por lo que te pagarán. Todo esto es lo que conforma al individuo con vocación. 







Para culminar, es preciso citar a Confucio cuando plantea lo siguiente: 

“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida".











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